Por Redacción -enero 3, 2020
La imagen que ilustra el afiche de la fiesta de la reflexión fue concebido por el artista plástico italiano Enrico Mitrovich, quien trae una muestra de más de ocho mil cardenales pintados durante veinte años
Barranquilla, 3 de enero 2020. Enrico Mitrovich es un artista plástico y fotógrafo nacido en Vicenza (Italia). Lleva veinte años trazando con esmero y dedicación las formas de un pájaro cardenal en la soledad y el silencio nocturno. En este juego de obsesiones, Mitrovich intenta plasmar esa profunda fascinación que siente por las aves: ha pintado miles, y la muestra que trae para el XIV Carnaval Internacional de las Artes supera las ocho mil.
Una de sus aves favoritas es el cardenal, ese pájaro de rojo intenso que adorna los cielos del Caribe. Mitrovich sostiene que lo ha pintado en la intimidad de un tiempo que abarca veinte años. Logró plasmar un gesto que pretende llegar a ser simplemente eso, un gesto: “Todo terminará el día que logre pintar un cardenal capaz de volar, de alejarse de mí y abandonarme para siempre”, dice. Gracias al colorido del cardenal, a la libertad que representan las aves y su vuelo, esta obra fue escogida como la imagen central del XIV Carnaval Internacional de las Artes.
Mitrovich, a su edad, está convencido de que el milagro del vuelo representa al cardenal que anida en su pecho, ese que sostiene la luz de sus ojos, el mismo que ha ido pintando a fuerza de dolor, gozo y más dolor y gozo. Asegura que, así como los cardenales migran en amplias bandadas, a él le hace mucha ilusión y se siente muy emocionado de viajar con ellos a Barranquilla, “como un cardenal más, volar desde el apacible y sobrio Carnaval de Venecia hasta el vibrante y colorido Carnaval de las Artes”, afirma.
La monumental instalación que prepara el Carnaval Internacional de las Artes, llamada El sueño de Mitrovich, consta de más de ocho mil cardenales pintados a mano, de forma individual, una exposición que no tiene parangón en el mundo. La muestra estará abierta al público desde el 6 de febrero a las 9:30 a.m., en las instalaciones de la Alianza Francesa (calle 52 # 54–75, barrio Modelo).
Mitrovich sostiene que ha pintado, desde el comienzo, para dominar la sólida y secreta estructura de su soledad, porque busca abrazar eso que se desvanece frente a sus ojos. El pintor italiano espera encontrar en Barranquilla un espacio dónde posarse él y sus cardenales: “y mejor si ese espacio está en el pecho de ustedes, como ustedes están ya en el mío”.
PERFIL DEL INVITADO
Enrico Mitrovich. Para este pintor, artista plástico y fotógrafo nacido en Vicenza (Italia) en 1962, los videojuegos son el arte fundamental del siglo XXI, tal y como lo fue la fotografía en el XIX y el cine en el XX. La vanguardia, dice, está acabando con el arte como lo conocemos, ya que este es incapaz de apropiarse de la realidad actual. Esta idea lo ha llevado a intervenir la imagen de uno de los mayores referentes de la cultura digital: Pac-Man, el círculo amarillo insaciable que devora puntos y fantasmas en un loop interminable. También ha intervenido otros íconos de las máquinas arcade, las computadoras y los smartphones: las formas geométricas de Tetris, los pequeños dragones de Puzzle Bobble, el insecto de Centipede o las naves espaciales de Space Invaders. Su obra, recogida en la serie Obsolescencia de la interfaz gráfica, es una mezcla del arte tradicional con nuevos lenguajes audiovisuales, en su intento por enmarcar la complejidad de los videojuegos dentro del lenguaje del arte convencional, algo que –además de imposible– resulta bastante irónico. Mitrovich también guarda una profunda fascinación por las aves: ha pintado miles, y dice que dejará de hacerlo el día en que uno de sus pájaros vuele. Una de ellas, el cardenal, engalana el afiche del XIV Carnaval Internacional de las Artes.
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